febrero 03, 2008

Nada de Teatro

De teatro no se nada y me acuerdo que la primera obra que vi en mi vida, cuando tenía cerca de catorce años, fue “el cepillo de dientes” que recordé solamente porque estaba en un tríptico que publicaba las obras en cartelera de comienzos de enero en el teatro Mori de Bellavista.
Ahora se que la cartelera del Santiago a mil tiene varias obras nominadas a los premios altazor y que por lo general son las mismas que durante la temporada, tuvieron más asistencia de público o actores de una larga trayectoria.
También se que en febrero el teatro sucumbe y que a partir de marzo o quizás abril, se repetirán en las salas de teatro las obras premiadas en Altazor y durante el año se estrenarán nuevas obras para competir en la selección del próximo Santiago a mil.
Durante este mes de enero 2008 hubo una excelente acogida del público, las salas por lo general vendieron todas sus entradas y algunas obras incluso tuvieron sobre venta de entradas para ocupar los puestos de las escaleras! Cosa que resulto un poco asfixiante, si se trata de un verano tan caluroso como el actual.
A pesar de todo, siempre tenemos la oportunidad de escuchar las críticas del programa en general y me refiero concretamente al alto valor de sus entradas, cosa que no comparto.
Resulta que tres mil o cinco mil pesos en una entrada al teatro, puede superar cualquier presupuesto de estudiante y sobre todo cuando se tiene intensiones de ir a más de una función, pero claro, todo depende de cada bolsillo, como siempre lo ha sido.
Me encantaría tener entrada liberada a todos los espectáculos, pero se que las salas de teatro y el trabajo de los actores no se financia si los espectáculos son gratis.
Después de todo, algo aprendí este verano y ahora tendré otra perspectiva al momento de elegir las obras. Me di cuenta entre otras cosas, que las de más bajo costo no siempre son las de mala calidad sino que las que menos rostros conocidos tienen.
Creo también que me faltó mucho por ver y que seguramente volveré dentro del otoño a visitar las salas, cuando en vez de asfixiarme, tenga que llevar chaqueta y botas.

2 comentarios:

Claudia Andrea dijo...

asi si te entiendo, trabajo en teatro e hicimos nuestra propia version de Cepillo de Dientes. Pasa q si no tenemos rostros no funciona, pensamos que podiamos lidiar con ellos... pero tuvimos q cambiarlo.

Con respecto a Stgo a mil.. consumi solo las clases gratuitas, espectaculos gratuitos y una sola obra extranjera, 2666 con cinco horas de funcion. Pero es un dilema lidiar con ese formato, porque siempre son los mismos que se benefician, rostros y mas. Si vieras que existen otros festivales alternativos.

Yo he aprendido con mi trabajo, y cambio mi amor por el teatro a modo personal me desiluciono un poco, me gustaba mas cuando era menos comercial, pero hay que vivir. Por eso prefiero ir a aquellos q son "antirostros".

Cuidad y saludos.

markín dijo...

Queda de moraleja... "no rostros", buscar buenos actos. Lástima que hay que cometer errores para saberlo.

de rato en rato, veo movimientos de ensayo cercanos. Gente que se junta para presentar obras. realmente les admiro, en muchas ocasiones lo hacen con la fe de que les ira bien... aún yéndoles mal´

saben que son parte del proceso de aprender y crecer. hacerse nombre.

Chau.